Los expertos lograron descifrar el genoma completo de un fósil de unos 700 mil años, lo que lleva a la conclusión de que puede realizarse el mismo procedimiento con restos que se creían muy dañados, publicó la revista Nature.
Con este estudio, los científicos también demostraron que el ancestro común de los equinos apareció hace cuatro millones de años, mucho antes de lo que se pensaba hasta ahora.
El análisis se logró a partir de un hueso encontrado en 2003 en la zona de hielo permanente de la provincia canadiense de Yukón. Era un metápodo hueso largo de una extremidad que pertenecía a un caballo de 735 mil años de antigüedad.
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